jueves, 6 de mayo de 2010

La aventura de ser maestro

Buenas noches.
Mi comentario respecto a la “La aventura de ser maestro”
Nada nos parece desconocido, todo lo que el autor nos cuenta lo hemos vivido en carne propia.
Todos al debutar como maestros tuvimos miedo de los errores que podríamos cometer y estamos consientes de esto, de muestra actuación durante la clase. Una serie de preguntas que pasan por nuestro cerebro que todavía nos ponen más nerviosos, como adivinando el futuro, yo recuerdo a un compañero que se lleno de tantas cosas negativas que se vio obligado a renunciar a un trabajo en donde tenía que dar clases, en una ocasión el me decía que yo tenía mucho valor para enfrentarme a los grupos y dar clases, yo le conteste que quizás no era valor, es que había descubierto el gusto por esta actividad y me parecía importante.
Aun principio trate de imitar al maestro que mas me había gustado su clase, también trate de no imitar al maestro que me pareció aburrido o poquito peor aquel que fue flojo que no trato de superarse en ningún aspecto, conforme fue pasando el tiempo fui descubriendo que podía manejar otras técnicas e ir tomando mi propia identidad.
Identifique que hay razones poderosas para estar y seguir con esta labor por tener un empleo con la oportunidad de poder atender a jóvenes deseosos de conocimientos, poderlos ayudar en todo lo sea posible y sentirme útil como persona.
Es muy cierto lo que comenta maestra a un principio cuando salimos del salón de clases nos sentimos tristes, desalentados y lo peor a la hora de las evaluaciones uno o dos aprueban, nos sentimos morir, la pregunta obligatoria, ¿Qué ha pasado aquí?, ¿Quién fallo?, ¿fue a caso mi manera de enseñar?, ¿fueron los muchachos, no estudiaron?, qué decisión tomar, muy sencillo tuve que hacerme una autoevaluación como primera alternativa, en segunda que los alumnos me evaluaran y se evaluaran también ellos mismos, juntos encontramos la medicina a nuestro mal y desde ese momento aprendí que hay que poner en práctica las sugerencias de los alumnos, estar siempre abiertos a ellos y los compañeros que con sus experiencias nos pueden ayudar a evitar horrores.
Algo que me impacto mucho es que la docencia debe ser humilde, dedicada, gustosa, con espíritu de servir a los demás.
Me despido, deseo que en cada uno de nosotros siempre este presente todos estos ideales para que logremos mejores alumnos y nos recuerden siempre como el mejor maestro.

3 comentarios:

  1. Hola Adelina.
    Muchas felicidades por la publicación de tu bitácora. Veo que tu y tus estudiantes tienen muchas ideas para aprovechar las herramientas de Internet, espero que pronto puedan ponerlas en práctica.
    Saludos.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Hola Adelina

    Felicidades por tu blog, aprovecho para agradecer tus comentarios que dejaste en el mío.
    Estoy de acuedo que para evaluar a nuestros alumnos debemos considerar su autoevaluación, para poder dar una calificación final

    Recibe un abrazo

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